Brazos impresos en 3D cambian la vida de 500 personas con discapacidad en cuatro continentes

Una prótesis española fabricada con impresoras 3D está devolviendo la esperanza a cientos de personas con discapacidad en todo el mundo. La inventó Guillermo Martínez, un joven que con apenas 22 años se marchó a Kenia como voluntario y que ha fundado una empresa social que da empleo a más de una decena de personas. Su éxito principal es la creación de un brazo articulado a medida que se adapta a cada afectado.

El invento ha cambiado la vida de gente como Robert, un keniata a quien le falta el brazo derecho completo e incluso parte del hombro. Vivir con una extremidad menos supone una dificultad para cualquiera pero en su caso mucho más por las condiciones de vida que tiene en África.

Ahora, Robert lleva un brazo tecnológico construido con una impresora 3D y con el arnés de una mini cámara. Guillermo diseñó una prótesis que se ajustara con precisión a su cuerpo y adaptó el arnés para que se sujetara correctamente y cumpliera todas las funciones. El resultado fue magnífico. Robert es “la primera persona con amputación transhumeral” en recibir una prótesis de Ayúdame3D.

La empresa de Guillermo Martínez realiza todo tipo de impresiones en tres dimensiones. Fabrica llaveros solidarios para otras compañías, trofeos para galas de premios… Y con los beneficios de sus operaciones compra plástico reciclado para las prótesis de personas con discapacidad, que personaliza, fabrica y envía a cuatro continentes distintos.

Personas con discapacidad de Europa, Asia, África y Latinoamérica ya se han beneficiado de la labor social de Ayúdame3D, que al mismo tiempo recibe encargos de Amazon, PlayStation, Timpers, Fundación Lo Que de Verdad Importa, Instituto de la Juventud del Gobierno de España y la Comunidad de Madrid.

“No recibimos fondos públicos”, precisa en una entrevista a Servimedia Laura Martín, cofundadora de Ayúdame3D y directora de Comunicación de esta empresa social. Pero los clientes cada vez confían más en ellos para enseñar a imprimir en tres dimensiones, organizar actividades de ‘team building’, enseñar a estudiantes en colegios e impartir conferencias. “Saben que es una forma directa de financiar la ayuda” a prótesis de personas con discapacidad en todo el mundo.